En una inspección más intensa del acuífero, los GEAS identificaron otras cuatro granadas idénticas a la primera, que se encontraban sumergidas en el lodazal del fondo del acuífero, por lo que procedieron a su extracción.
La Guardia Civil ha recordado la extrema peligrosidad de estos artefactos y ha recomendado que si alguna persona tiene contacto con alguno de estos objetos no debe tocarlo, moverlo o alterarlo en modo alguno y avisar a la Guardia Civil a la mayor rapidez posible.
La Benemérita desaconseja totalmente transportar el objeto hasta un lugar apartado y abandonarlo allí ya que, además del peligro del recorrido, el objeto se estaría abandonando a una situación descontrolada por lo que puede volverse más peligroso.